Preguntas frecuentes

Diferencias entre psicólogos y psiquiatras.

Psicología y Psiquiatría suelen ser homologadas, confundidas, o solapadas debido a que una de las ramas de la Psicología, la Psicología Clínica, aborda el fenómeno de la salud mental al igual que la Psiquiatría. Este error se debe al desconocimiento de ciertos aspectos de ambas ciencias, entre los que se cuentan:

  • Que el campo de estudio de la Psicología son los procesos psicológicos y el comportamiento humano de manera independiente al contexto en el que este es observado, por ello, su amplitud excede a lo referido meramente a la salud mental. La Psiquiatría, en cambio, es la rama de la medicina que se ocupa de la prevención de daños a la salud mental y a la recuperación o curación de los trastornos mentales.
  • La Psicología, aunque en algunos casos aborda los aspectos tangibles de la conducta del hombre, como ciencia aplicada es eminentemente una ciencia social, en cuanto se basa en la inferencia de procesos psicológicos desde la observación del comportamiento humano. La Psiquiatría en cambio es una ciencia natural, ya que a pesar de que incorpora en su corpus de conocimiento teorías psiquistas (justamente desde la Psicología en la mayoría de los casos), como ciencia aplicada se fundamenta eminentemente en los aspectos físicos del comportamiento (como las respuestas fisiológicas, metabólica, etc.).
  • La Psicología Clínica, como paradigma, no aborda la salud mental desde la misma perspectiva que la Psiquiatría. Incluso para la psicología clínica los trastornos mentales no son "enfermedades mentales" en el sentido tradicional. Las llamadas "enfermedades" se conciben, en todo caso, desde un enfoque más extenso, con modelos teóricos que incluyen el ambiente, la conducta, lo psicosocial y todos los contextos no "patológicos" del individuo.
  • El título profesional de Psicólogo no es homologable con el de Psiquiatra, puesto que este último es un postgrado de la Medicina y el psicólogo está licenciado en Psicología. En términos legales y éticos, esto tiene como consecuencia, que los psicólogos clínicos no sean considerados como capacitados para la prescripción de fármacos de modo auxiliar al tratamiento psicológico estricto.

Sin perjuicio de lo anterior, estas diferencias no implican la imposibilidad de colaboración interdisciplinaria entre profesionales de ambas ramas. El Psiquiatra será quien haga el seguimiento psicofarmacológico del paciente, mientras el Psicólogo (de la especialidad correspondiente) se encargará de asistir al paciente a través de la psicoterapia según sus conocimientos y la conveniencia para restaurar el bienestar del paciente.

¿En qué consiste una terapia infantil?

La terapia infantil consiste en una secuencia de sesiones, en las que la psicóloga trabaja con el niño/a diferentes aspectos de su problemática.

Las sesiones se realizan normalmente a través del juego y de otras actividades relacionadas con el problema que presenta el niño/a.

Dependiendo del problema consultado, el profesional decidirá la duración y la frecuencia de estas sesiones, y podrán ser de manera individual o en grupo, según convenga en cada caso.

¿Es bueno que el niño hiperactivo esté medicado?

Desde hace muchos años se conoce la utilidad de los medicamentos psicoestimulantes para los niños con TDAH. El compuesto químico base de estos medicamentos es el metilfenidato que se comercializa con diferentes nombres: Concerta, Rubifén... A pesar de las quejas sobre este medicamento, la realidad es que, aunque no tiene efectos terapeúticos (no cura), durante el tiempo que permanece en la corriente sanguínea, modifica artificialmente el funcionamiento cerebral y esto permite al niño estar más atento a las tareas escolares o a las explicaciones de los profesores, lo que le facilita la comprensión y el aprendizaje, además de permitirle estar más quieto, sin necesidad de ese movimiento excesivo, causa de tantas recriminaciones por parte de padres, profesores, amigos, hermanos, etc.

Son muchos los niños hiperactivos que se benefician del tratamiento farmacólogico, del uso prudente y moderado del metilfenidato (solamente durante las horas y días de colegio) combinado con otras intervenciones psicopedagógicas. Sin embargo, con la aparición de nuevos compuestos y la prescripción ininterrumpida del fármaco, ha conllevado la aparición de algunos efectos secundarios indeseables, tales como la pérdida de peso (debido a los efectos de inhibición del apetito de esta sustancia) y una reducción del crecimiento. Por este motivo, se desaconseja absolutamente su administración a niños menores de seis años.

La prescripción del fármaco a un niño hiperactivo corresponde al médico; pero son los padres quienes, informados del tipo de fármaco y de su finalidad, tienen la responsabilidad de decidir.

La medicación, debe recordarse siempre, es una ayuda, actúa como unas muletas o un bastón después de una intervención quirúrgica. Es preferible que  además de esta ayuda, el niño reciba apoyos educativos adecuados a sus aptitudes, de manera que pueda llegar a prescindir de los fármacos cuanto antes.

(Exstraído de la Guía para padres y maestros Asociación Madrileña de Afectados por los Déficit de Atención. AMADÁ)

¿Para qué sirve un psicólogo consultor?

El psicólogo consultor es aquel profesional, licenciado en Psicología, que asesora y orienta a las familias; lleva a cabo un proceso de ayuda cuya finalidad es sugerir cambios en sus procesos de pensamiento y/o acción, que pueden reducir su malestar o aumentar su bienestar.

Así mismo, dota de estrategias a niños, padres y maestros para que adquieran habilidades y estos cambios puedan llevarse a la práctica.